Matoneo: Mal del Siglo XXI
El matoneo es un tipo de marginación que se traslada al aula, donde el acoso suele traducirse en un deterioro progresivo del rendimiento de la víctima o incluso en serias dificultades para comportarse sin traslucir la ansiedad que carga.
El aumento significativo del abuso que sufren ciertos estudiantes por parte de uno o varios compañeros de clases se ha convertido en el tema central de la mayoría de los colegios, educadores psicólogos y padres de familia.
El ‘matoneo’ es una agresión de la cual es víctima una persona por parte de otra o de varias, a quienes los ponen en posición de sumisión, en la cual muy extrañamente cada respuesta es a su vez contestada con un incremento mayor de la agresión.
Además, es una situación muy particular, porque arranca desde muy temprano en la niñez, y está centrada sobre todo en las diferencias de carácter y personalidades.
Siempre el ‘matoneado’ es el más bajito del curso, la más tímida, la mejor académicamente del curso, el más alto, o el más delgado, o al que los demás vean como el débil
Los niños o jóvenes no se pueden defender en esas situaciones de ‘matoneo’. Realmente las únicas personas que pueden neutralizar lo que sucede son los padres y las instituciones
Además, ese tipo de abuso ha ido evolucionando tanto que dejó de ser sólo un hecho físico y ahora se presenta en medios como el Internet, específicamente en las redes sociales, en las que difunden fotos, y de las que resulta más difícil que la persona afectadas se defiendan.
Lo que sucede en estos tiempos es peor: sin desestimar el llamado “matoneo”, protagonizado por jóvenes que no llegan a los 15 años y que agreden solos o en grupos a niños menores, el pavor moderno es el acoso cibernético.
Es muy importante que la comunidad y las familias comencemos a evidenciar los síntomas del matoneo. Cuando comencemos a ver que su hijo está como triste, que no le dan ganas de ir al colegio, que anda achantado, que realmente siente presiones, a veces aparece con moretones y no dice nada…algo grave está pasando en el Colegio.
Otro asunto complicado, peliagudo, dramático, es el relacionado con la explotación, mal llamada prostitución infantil, y el consumo temprano de drogas alucinógenas.
El bullying se alimenta de la ignorancia y la pasividad de quienes conviven con la agresión y, sin embargo, optan por mirar de soslayo y no intervenir. Numerosos estudios realizados sobre el acoso entre iguales coinciden en que las medidas disciplinarias son eficaces cuando contribuyen a generar cambios de conducta y emocionales en los agresores. Y esto sólo es factible en tanto el entorno denuncia los comportamientos inaceptables y los condena. Es la intimidación a través de la red , pero acoso al fin y al cabo. El denominado ciberbullying ha acaparado un creciente interés por parte de padres, educadores y los propios niños.
La agresión puede ser verbal, con insultos, burlas o descalificaciones, o por omisión, que incluye no ser aceptado para trabajos en equipo y exclusión por sus pares en actividades escolares o deportivas.
Es más susceptible de sufrir este maltrato el niño inseguro, introvertido o con algún problema físico, por ejemplo que sea muy delgado o gordito, use lentes, tenga alguna enfermedad o malformación congénita.
Si los padres de familia observamos este tipo de conductas en nuestros hijos, debemos dialogar con ellos para conocer el motivo de su comportamiento y, en caso de ser maltratados por sus compañeros, se tomen las medidas pertinentes para evitar problemas emocionales que después pueden ser graves.
Es importante que padres de familia, maestros, médicos psicólogos, psiquiatras y la sociedad en general, conozcamos las características de este fenómeno, con ello, podremos identificarlo y tratarlo oportunamente.
Gracias
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